La gestión del cambio aplicada al éxito empresarial

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La gestión del cambio es la forma de maximizar las probabilidades de éxito en la consecución de cualquier cambio organizativo a nivel de transformación tecnológica y transformación de procesos. Esta tendencia, surge formalmente en los 90’s, como una forma de actuar para aumentar las probabilidades de éxito en los procesos de transformación de las empresas considerando a las personas, afectadas de manera directo o indirecta, como un aspecto clave del éxito.

La transformación tecnológica persigue disponer una mayor calidad y volumen de información clave para el negocio, además de optimizar sus procesos para mejorar su efectividad y eficiencia a nivel productivo y organizativo. Todo y esto, como cualquier cambio, el cambio de la mejora genera “crisis” a lo largo de su proceso de transformación, afectando, en diferente medida, a todos los usuarios involucrados.

La gestión del cambio organizacional acostumbra a ser olvidado en muchos proyectos, dado que, mayoritariamente, se asocia el resultado a la disposición de la tecnología accesible por todos los usuarios, más aún, se considera que el usuario va a notar una mejoría en su operativa y, por tanto, no se le puede considerar un problema crítico.

En general esto no es así, la transformación tecnológica suele ir asociada a una renovación de la infraestructura, de los sistemas asociados, y la optimización y/o re-definición de los procesos operativos. Esto se traduce en un cambio en la operativa diaria de las personas.

Para dar solución a esta casuística, existen diferentes metodologías que consideran los aspectos motivacionales de los usuarios y su evolución a lo largo del proceso de cambio, persiguiendo en todos los casos:

  • Identificar los procesos críticos que pueden afectar de manera negativa al cliente (pe: facturación)
  • Empatizar con todos los usuarios y averiguar que les preocupa.
  • Promover una cultura de cambio y sus afectaciones (incertidumbre y sobre-esfuerzos)
  • Anticipar el cambio y explicar beneficios y pérdidas que se conseguirán con este.
  • Comunicar el estado del proceso de transformación de manera periódica (si caer en la sobre-información)
  • Involucrar a todos los usuarios en el proceso de cambio activo, dejándoles opinar y actuar.
  • Liderar el cambio de manera convincente y transparente.
  • Formar/capacitar a las personas en las nuevas necesidades operativas y procesos.
  • Reforzar el cambio durante todo el proceso (más comunicación y formación más ajustada)

Todo esto no garantiza un éxito absoluto, pero teniendo a la mayor parte de la plantilla alineada con el cambio, facilita que este ocurra de manera más natural.

Si estás interesado en aplicar metodologías que minimicen los impactos de los cambios en tu organización, no dudes en contactar con nosotros para que analicemos tu caso.

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